domingo, 1 de julio de 2012

Síndrome de Culebra Negra



De pequeña, tendría yo 11 años apróximadamente, mi hermana, mayor que yo tres años, poseía una culebra negra que a mi me apasionaba.
Parece que la estoy viendo ahora mismo. Era de plástico negro con la barriga blanca. De unos 40 cm de larga y  forma ondulada.
Mi hermana jamás le prestó la mayor atención, ni siquiera sé como la consiguió, pero no aceptaba regalármela. Después de mucho tiempo, quizás hable de meses o años, la conseguí.

No recuerdo cuál fue el trato pero seguro, a ojos de cualquiera, salí perdiendo.
Me daba igual, solo quería tener y cuidar la culebra negra.

Recuerdo como, estando en su cuarto, la sacó de un cajón y me la dío. La besé bajo la mirada de aspaviento de mi fría hermana.
Por fin estábamos juntas para siempre.

Estaba muy sucia, como ella no se merecía, así que lo primero un buen baño.
Fuimos al cuarto de baño y en el lavabo la dejé impecable. Estaba feliz, tenía la culebra y ya estaba limpita.
Quité el tápón y la culebra se fue por el desagüe.

Recuerdo que ni lloré.
Me quedé un buen rato sentada en el water sin ni siquiera quejarme.
La sensación es indescriptible.

Esta sensación la he vuelto a tener varias veces pero ahora con personas.
Quieres a alguien, le entragas tu vida, tu tesoro, tus miedos y recuerdos pero, al quitar el tapón, se van y ya está.

Mi culebra no tenía corazón ni razón, se fue limpia. Espero a besarme para irse.
Las personas aparentan querer aunque yo llego a pensar que realmente son de plástico negro.


5 comentarios:

Diego Belfort Burton dijo...

Buena descripción!!!!
Por un momento pensé que me describias a personas de mi entorno....
La vida es tan efímera y tan corta que algunos quieren ser de plástico negro....

Antevasin dijo...

.....e irse por el sumidero, verdad?

!Qué pena! querer a alguien y que ese alguien sea capaz de olvidarte sin más.

Un saludo.

Diego Belfort Burton dijo...

Ahí se conoce a la persona!

Antevasin dijo...

Si, pero que triste. Yo he conocido a una así.

Diego Belfort Burton dijo...

Es una verdadera triteza... porque yo también conocí a alguien así...