Ayer hice un gran avance en mi estudio del lenguaje. Yo les llamo "Descubrimiento" .
Hice un gran descubrimiento. Como es la segunda vez que lo escribo, la primera se ha perdido en los mundos de Internet, no sé si sabré darle la forma inicial .
Tras un ejemplo real, quien me conoce sabe que de ahí saco gran parte de mis artículos, me fui a pensar que tengo un "detector"o, mejor dicho, todos tenemos, que nos permite captar el sentimiento que se esconde detrás de cada frase.
Voy a poner un ejemplo real que me pasó ayer en el transcurso de la misa.
Estaba en la Iglesia con mi hijo de tres años y una amiga. El niño, que se comportaba como tal jugaba con una revista y con una monedillas. Mi miraba, fija en él, me permitían seguir perfectamente el transcurso del divino acto.
Lo miraba por miles de cuestiones: tengo miedo a que se pierda, lo rapten o se caiga, me encanta mirarlo y me ayuda notablemente a hacer la oración, soy madre vieja y primeriza, etc.
En un momento determinado mi amiga me indicó que yo no podía hacer creer al niño que era el centro del Universo. Susurrando le dije que era el Rey de mi vida, que por su corta y narcisista edad el se sentía el centro del Universo y que si con tres años recién cumplidos a mi no me apeteciera pasarme 45 minutos mirándolo sería muy triste. También le dije que su hija con 12 años tiene el mismo sentimientos: ser la reina de su familia. Aclaro, al releer este último párrafo puede parecer que estaba reprochando su indicación. Nada más lejos. Tenemos mi amiga y yo una buenísima relación y nuestros hijos son para las madres contrarias igual de importantes.
Ella respondió: "Si, pues tenemos un problema"
Nada más salir de misa me comentó que echaba mucho de menos a su hija. Que en los últimos 5 días no había tenido contacto con ella e indicó también que el día anterior si pero que habían utilizado este tiempo para pelearse.
Intenté recordarle las posibilidades de contacto próximo y todas las fue esquivando.
Dado el ejemplo mi "descubrimiento fue que decimos frases que aparentar ser una cosa y el sentimiento que subyace es bien distinto sumado que además el ser humano detecta este asociación.
De ahí que hay personas que son más cercanas, no nos generan ansiedad, no tenemos dudas de sus palabras, son como son transparentes.
Por el contrario, sin habernos mentido nunca, esta seguridad y naturalidad no se da con otras personas.
"Tendremos entonces un detector"
1 comentario:
Quizás tu amiga dijo en esa frase: "Todo el tiempo". Añadir estas tres palabras a la frase, cambia completamente el sentido de la misma.
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