Lo dejo todo en sus manos:
Vivo en la desgracia de la decepción.
O soy demasiado tonta o demasiado imbécil pero el caso es que de base pienso que la gente no puede ser tan dañina y, por experiencia en estos último tiempos estoy descubriendo maldad y odio pero sobretodo envidia entre mis iguales.
!Qué pena! me llueven las frases del tiempo: "déjala está mal", "Tiene un trastorno", "No eres tú la que debe ayudarla". Frases para disculpar actitudes propias de gente sin escrúpulo, de personas con aparente formación y creencias que su mayor disfrute está en el verte retocerte de dolor.
"Excesiva misericordia" me dijeron el otro día, en este caso una persona en la que yo confiaba con fe ciega y que paso también al bando de............
Me regañaron ayer por decir que me estaban haciendo mala. Nadie "me hace".
Entonces, o sigo igual de mal que ayer o si me ocurre esto porque la decisión tomada antes de ayer , más el espectáculo de ayer me han hecho tomar una idea muy distinta a mi forma de actuar y pensamientos que por naturaleza propia yo suelo seguir.
Tengo miedo (como no) a convertirme en un simple ser humano egoísta y desmedido donde mirarme el ombligo sea mi mayor entretenimiento.
Intento agarrarme con fuerza a mi fe pero este fuerte oleaje me deja ya sin posibilidades de mantenerme a flote mucho tiempo.
Por favor, que alguien me ayude.
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