Variabilidad del ser

Arrastramos cotidianamente una lucha interior entre lo que debemos hacer y lo que queremos hacer.

Lo que debemos hacer es muy fácil de saber porque, rodeada de amor, te lo susurran al oído y solo debes obedecer.

Lo que queremos hacer esta movido por los afectos y, todos sabemos, que los sentidos pueden engañarnos.

Esta doble situación genera cambios conductuales y comportamentales apreciables a los seres que nos rodean.

Sin embargo hay muchas otra dualidades en el ser humano. Podríamos decir que cualquier situación plantea como mínimo dos posibles soluciones: el famoso sistema binario (0-1).

Así llegamos a una situación que genera una ansiedad significativa.

Cuento un ejemplo real para darle mayor aclaración.

Una peleilla entre  novios.

Se separan.

Cada uno vive el desenlace como puede. Uno de ellos transmite a su expareja distintos estados que se transforman en sms o correos.

En uno  el culpable universal  de este dolor es el otro pues su actitud del último día que fue, a su entender, desagradable. Al sms o correo siguiente, pide encarecidamente amor y visita pues tan solo con un abrazo se solucionaría todo. Correo tercero se muestra traicionado y no entiende como el otro ha llegado a hacerle ciertas cosas. Otro sms  recuerda cosas bonitas que aprendió de su alejada pareja.

Así eternamente.

La variabilidad del ser humano es tan rica que a veces ya ni llega a sorprender.