viernes, 2 de septiembre de 2011

Soledad


Dejaban caer sus hojas sobre el húmedo suelo de la noche.

Bailando al compás del viento invitaban al mar que, elevando sus alas desafiantes, envolvían el entorno.

Ella tocaba con sus dedos el Otoño infernal.

Luz apagada bajo el velo del horror.

El final, el de siempre: Se apagó su vida.

No hay comentarios: