Estas dos palabras me acompañan desde siempre.
Nací con miedo.
Casi muero. El cordón enrollado en mi cuello me impedía respirar y así sigo.
Llevo 43 años sintiendo esta asfixia.
Muero en el intento de sobrevivir.
Hace poco las dije y recibí: "tú tienes miedo hasta de un vaso de agua"
Me dio tanta pena... la persona que las pronunciaba sabía mucho de mi.
Ahora me siguen doliendo sus palabras.
-¿Pondrás literas en tu cerebro?
Entonces pensé que la trayectoria a seguir iba mal. Debíamos cambiar la octava.
Se lo propuse, bajarla.
Nada, es lo que recibí..... nada
5 comentarios:
Es curioso.
He escrito una entrada sobre la OCTAVA.
Siempre funcionó.
Después la he borrado.
Si. Bajar una octava está muy bien.
Por favor.
Aquella noche fatidica te dije esa frase desafortunada. No estaba yo en mis cabales. De sobra lo sabes. ¿Podrías disculparme? No lo pienso. Sé perfectamente de tus miedos y sé que eres muy valiente.
Bajemos una octava, por favor.
Bajada.
y otra, y otra, y otra.
¿Ahora que queda?
Nada
Bien.
Pues si no queda nada, para qué bajamos octavas.
No entiendo nada.
Me tiendes un puente y lo retiras?
He bajado las octavas del genio.
Ahora no queda nada de genio.
Tú comprensión nunca fue tu fuerte.
Alguien una vez me dijo que los miedos son deseos camuflados.
Tienes que liberarte de ese cordón, de ese pánico a vivir asfixiada.
Te recomiendo que leas a Alejandro Jodorowsky, a mi me ayuda mucho.
Un abrazo linda.
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