miércoles, 7 de marzo de 2012

Yo hubiera deseado de todo corazón explicárselo. Y, sin embargo, me resultaba difícil contestar con claridad. Los niños sienten, pero no saben analizar sus sentimientos, y si los logran analizar en parte, no saben expresarlo con palabras.


Temerosa, sin embargo, de perder aquella primera y única oportunidad que me ofrecia de aliviar mis penas narrándolas a alguien dí, después de una pausa, una respuesta tan verdadera como pude, aunque poco explicita en realidad.




No hay comentarios: