sábado, 21 de abril de 2012

Una más


Todo había terminado.
El insatisfecho  y  ella agotada recogían sin esmero cada momento de su vida.
El silencio albergaba la estampida,  incertidumbre que anhela regocijos impensables.
Ella, esperando un juicio justo saboreaba una cena sin nutrientes más que aquellos que derrama la comida.
El, revista en mano, comparaba sus actrices emulando así los Oscar que nunca llegaron a darse.
Superar aquella prueba más que difícil imposible, era su gran reto.
Sin problemas anunciados mañana repetirían como un juego de cartas desordenadas.
El espera y documenta................... ella ensaya sin medida.

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